La creatina ha ganado fama en la nutrición humana debido a su uso como suplemento para mejorar el rendimiento durante la actividad física. Pero ¿te has preguntado alguna vez si también se puede suplementar para perros?
La creatina es una sustancia que el organismo produce de forma natural (vía endógena) y que también puede obtenerse a través de los alimentos (vía exógena). En el caso de la producción natural, el organismo del animal utiliza sustancias que se encuentran en órganos como el páncreas, algunas zonas del cerebro y los riñones. Pero es en el hígado donde estos compuestos se transforman realmente en creatina. Esta producción interna suministra aproximadamente la mitad de las necesidades diarias del animal, y el resto debe proceder de la alimentación. Las principales fuentes de creatina en la dieta son la carne roja y el pescado.
En el cuerpo del animal, la mayor parte de la creatina se almacena en los músculos, donde se utiliza como fuente rápida de energía, sobre todo en momentos de esfuerzo físico. Lo que sobra puede encontrarse en otros tejidos importantes, como el corazón, el cerebro y otros órganos. El organismo utiliza diariamente entre el 1 y el 2 por ciento de la creatina almacenada en los músculos, y esta parte se elimina de forma natural a través de la orina. El uso y desgaste de creatina suele ser mayor en animales con más masa muscular o que realizan mucha actividad física, como es el caso de los perros atletas o muy activos.

Gran parte de lo que se dice sobre la creatina gira en torno a su uso para mejorar el rendimiento en actividades físicas. Esto se debe a que la suplementación ha demostrado ser eficaz para aumentar los niveles de esta sustancia en los músculos, lo que puede mejorar la capacidad de realizar ejercicio intenso durante periodos cortos. Así pues, existen pruebas sólidas de que la creatina funciona como un recurso ergogénico, es decir, una ayuda adicional para mejorar el rendimiento físico, especialmente en atletas o incluso en personas que han empezado a llevar una vida más activa.
Además de mejorar el rendimiento físico, otros estudios también demuestran que la suplementación con creatina puede aportar diversos beneficios para la salud. En humanos, se ha asociado a una reducción del colesterol, los triglicéridos y un mejor control de los niveles de grasa en sangre. También hay pruebas de que puede ayudar a reducir la grasa en el hígado, actuar como antioxidante e incluso reducir la pérdida ósea con el tiempo. Estos resultados sugieren que el consumo diario de al menos 3 g de creatina puede contribuir a mejorar la salud general.
Aunque la creatina se ha estudiado ampliamente en humanos, su uso en perros aún no ha recibido la misma atención. Aunque hay pruebas de los beneficios de la suplementación para el rendimiento físico y la salud metabólica y ósea en humanos, los resultados aún no se han investigado ampliamente en animales de compañía. Sin embargo, es posible que los efectos observados en humanos puedan extrapolarse a los perros. A pesar de ello, se necesitan estudios más específicos sobre este tipo de suplementación en animales para confirmar su seguridad y eficacia. Sólo con investigaciones adicionales será posible determinar las dosis adecuadas y los beneficios potenciales para las mascotas. Hasta entonces, cualquier suplementación debe hacerse con precaución. Además, conviene recordar que toda suplementación debe realizarse bajo la supervisión de un veterinario o zootecnista cualificado.