Los alimentos procesados o embutidos forman parte de la vida cotidiana de muchos brasileños, ya sea el jamón en el sándwich del desayuno, la salchicha del perrito caliente o incluso el chorizo en la parrilla del domingo. Como sabemos, también es muy común que los tutores quieran ofrecer alimentos servidos en la mesa como snacks. Así que surge la pregunta: ¿podemos ofrecer estos alimentos a nuestras mascotas?
Para empezar, debemos entender qué hace que estos alimentos se llamen embutidos. Por definición, son productos elaborados con carne, normalmente de cerdo. Pero también puede ser de ternera, ave u otros orígenes menos comunes y/o vísceras que han sido trituradas y envueltas en una capa protectora.
Pero el gran problema de su fabricación es que también se añaden a la carne grasas saturadas, sodio, condimentos artificiales y aditivos químicos como nitratos y nitritos.

No hay estudios que aborden específicamente los efectos de la ingestión de alimentos procesados para perros y gatos, pero en el caso de los humanos, sabemos que esta categoría de productos está considerada cancerígena (grupo 1) por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En otras palabras, las salchichas son potencialmente peligrosas para el desarrollo del cáncer, sobre todo del cáncer colorrectal.
Con lo anterior no queremos decir que, si le das a tu perro un trocito de salchicha, vaya a desarrollar con toda seguridad un cáncer colorrectal. Todas las investigaciones en humanos apuntan a las consecuencias de comer constantemente estos alimentos, y entonces sí que hay peligro.
También existe el hecho de que algunas especias habituales en la comida humana son tóxicas para nuestras mascotas, como la cebolla y el ajo. Como a menudo desconocemos la descripción exacta de las especias presentes en los embutidos, no sabemos si, al ofrecer un trozo de chorizo a nuestro perro, no le estamos ofreciendo también cierta concentración de una sustancia nociva.
Por último, pero no por ello menos importante, debemos hablar de los altos niveles de grasa de estos alimentos. Sabemos que los perros y los gatos toleran mejor el exceso de grasas que nosotros, los humanos, pero este nutriente contribuye a aumentar la cantidad de calorías de un alimento. Así que, aunque sea «sólo un poco», es una cantidad que, en proporción al peso del animal, puede representar un exceso calórico importante.
Con el creciente vínculo entre los humanos y los perros y gatos, el mercado de los alimentos para mascotas ha crecido mucho en Brasil y ha empezado a desarrollar cada vez más opciones alimentarias diseñadas y formuladas específicamente para estos animales. Como resultado, no hay razón para seguir con viejos hábitos que pueden, de alguna manera, perjudicar la salud de nuestros compañeros de cuatro patas. Evita ofrecer a tus mascotas alimentos embutidos y busca siempre opciones equilibradas que tengan en cuenta las necesidades y particularidades de la nutrición de perros y gatos, que pueden ser snacks comerciales o caseros, siempre que se ofrezcan de forma responsable. Y siempre que tengas dudas sobre qué ofrecer a tu mascota, ¡no dudes en consultar a un nutricionista veterinario!