Ya has leído o te han dicho que hay microorganismos en el intestino de humanos y mascotas ¿correcto? Pero, ¿Sabes de verdad qué es la microbiota y por qué la están estudiando? Pues, sepas que la microbiota intestinal es el conjunto de todos los microorganismos vivos que habitan el tracto gastrointestinal (TGI) de personas y animales, o sea, bacterias, hongos, protozoos y virus.
Estudios ya han probado que el TGI de los mamíferos abriga una microbiota altamente compleja, constituída por millones de microorganismos. En perros, la microbiota está compuesta por 34 géneros de bacterias, que abarcan aproximadamente 124 especies. En este ambiente tenemos las bacterias beneficiosas (ejemplos Lactobacilos e Bifidobacterium) y las potencialmente patógenas (las que causan enfermedad). Las bacterias beneficiosas pueden mejorar las funciones del sistema inmunológico y ayudar a prevenir o incluso combatir infecciones causadas por patógenos (microorganismos que causan enfermedades) intestinales, además de ayudar en la producción, digestión y absorción de nutrientes.
La microbiota intestinal tiene relación directa con la alimentación y por eso es fácilmente alterada por los componentes que hacen parte de la dieta. Enfermedades y factores ambientales también influyen en la microbiota, a punto de la microbiota de una mascota modular la microbiota de su tutor o al revés.
En condiciones saludables, la relación entre el hospedador y los microorganismos debe ser equilibrada, y ese equilibrio se llama «eubiosis». En esta situación, ocurre el crecimiento de las bacterias beneficiosas. Situación contraria ocurre en la «disbiosis», que se caracteriza por la pérdida de este equilibrio y el aumento de las bacterias patógenas. La disbiosis puede estar asociada con diarrea, enfermedad inflamatoria intestinal, insuficiencia pancreática exocrina, obesidad, disfunciones neurológicas. La disbiosis también puede no tener origen conocido (disbiosis primaria), como suele pasar con el Pastor Alemán.
Como la microbiota está influenciada por los cambios en el organismo, también puede perjudicar o contribuir en el tratamiento de enfermedades. Estudios apuntan buenos resultados con la modulación de esta microbiota, principalmente por el suministro de prebióticos, para que resulten en un mejor pronóstico de tratamiento, lo que ya fue observado en la enfermedad inflamatoria intestinal y obesidad en perros, por ejemplo.
Los datos científicos sobre las bacterias que constituyen la microbiota del intestino están aumentando y apuntan que el mantenimiento de la salud intestinal, no solo en situaciones de enfermedad intestinal, puede ser un gran aliado y una gran estrategia. O sea, vale la pena hablar con tu veterinario ¡Es un nuevo mundo que vale la pena explorar!
Literatura consultada
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BUTOWSKI CF, THOMAS DG, YOUNG W, CAVE NJ, MCKENZIE CM, ROSENDALE DI, et al. Addition of plant dietary fibre to a raw red meat high protein, high fat diet, alters the faecal bacteriome and organic acid profiles of the domestic cat (Felis catus). PloS one, v. 14, n. 5, 2019.
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