Los perros y gatos deben alimentarse exclusivamente con leche materna hasta la 5ª. o 6ª. semana de vida. Si los cachorros no tienen acceso a la leche materna por alguna razón, se debe ofrecer alimentos y fórmulas sustitutivas que contengan todos los nutrientes necesarios para su desarrollo.
En el mercado están disponibles diversos productos formulados especialmente para el perro o gato, con composiciones que consideran la fisiología del animal y sus necesidades. Ya la leche de vaca, frecuentemente utilizada por los tutores en estas situaciones, no es adecuada y su ingesta puede provocar mareos y diarrea.
Un estudio demostró que los cachorros de gato (entre 1 y 2 meses de vida) que ingirieron entre 10 y 16 g de lactosa al día presentaban diarrea intermitente y continua. El estudio también presentó la cantidad máxima de lactosa que se puede ingerir diariamente sin provocar diarrea: 6g para gatos cachorros durante la lactancia y 1,3 g por kilo de peso corporal para gatos adultos.
Además, la enzima responsable de la digestión de la lactosa está presente en perros y gatos sólo durante su etapa de crecimiento, es decir, se debe evitar aún más la leche en animales adultos. La composición de la leche de vaca tampoco atiende a las necesidades nutricionales mínimas de los cachorros, ya que la leche de perra contiene más proteína y grasa en comparación con la leche de vaca
Al ofrecer leche de vaca a su mascota – muchas veces como forma de demostrar amor -, también se ofrecerá el desequilibrio nutricional de la dieta, principalmente por el mayor consumo de calcio. La ingesta excesiva y continua de calcio puede causar alteraciones en las articulaciones, reduciendo la absorción de otros nutrientes y predisponiendo la formación de urolitos (piedras) en la vejiga, entre otras consecuencias
Por lo tanto, como forma de prevención al desarrollo de estas alteraciones, especialmente en los animales más predispuestos, no se recomienda ofrecer leche de vaca. En caso de que el tutor quiera mantener el momento de satisfacción e interacción con la mascota, es posible ofrecer uno de los innumerables snacks que ya existen en el mercado, como las galletas y los alimentos húmedos.