Si tiene la costumbre de leer los ingredientes de la comida de su mascota, es posible
que ya haya encontrado hexametafosfato de sodio en la lista. ¿Pero sabe para qué
se utiliza? En la formulación de alimentos para mascotas, es un ingrediente funcional
con un propósito muy interesante: mejorar la salud dental.
El sarro dental, también conocido como tártaro, se forma principalmente por la
precipitación de sales de calcio y fosfato en la superficie de los dientes, creando una
«placa» dura que se acumula con el tiempo. Una vez formado, el sarro no puede
eliminarse con un simple cepillado y necesita ser eliminado con la ayuda de un
equipo de limpieza específico. El hexametafosfato de sodio interfiere en el pH
(«acidez») de la boca y «secuestra» los iones de calcio, es decir, impide que este
calcio se deposite en los dientes de nuestras mascotas, lo que evita la formación de
sarro.

Además, la presencia de iones de calcio en la saliva de perros y gatos favorece la
formación de placa bacteriana y facilita la aparición de caries. Por este motivo, el
hexametafosfato de sodio también previene las caries gracias a su acción de
«secuestro» de los iones de calcio.
La salud bucodental depende de un equilibrio en el valor del pH de la saliva. Los
valores de pH más bajos, es decir, una saliva más ácida, pueden favorecer la
desmineralización de los dientes, debilitándolos. Por el contrario, los valores altos de
pH de la saliva favorecen el crecimiento bacteriano. Gracias a su acción reguladora
del pH, el hexametafosfato ayuda a equilibrar el pH, contribuyendo a mejorar la
salud de los dientes y las encías de perros y gatos.
El hexametafosfato de sodio es un compuesto soluble en agua y se considera
seguro para su uso dentro de los límites establecidos por las autoridades
reguladoras. Como tal, su presencia en alimentos, aperitivos, cremas dentales y
enjuagues bucales puede ayudar a mejorar la salud bucodental de perros y gatos,
especialmente si se combina con un cepillado dental frecuente.