El mercado brasileño está lleno de complementos alimenticios, tanto para humanos
como para animales, y mucho se cuestiona sobre su eficacia y necesidad en nuestra
vida diaria. Entre ellos, uno muy estudiado y con numerosos beneficios para la salud
de perros y gatos son los suplementos de ácidos grasos omega-3.
Existen 3 tipos de omega-3: el ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido
eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). A la hora de
ofrecérselos a los animales, el EPA y el DHA son nutrientes esenciales sólo para
cachorros y gatitos, lo que significa que deben estar en la dieta; en el caso de los
animales adultos, no se han descrito signos de su deficiencia, por lo que no es
necesario que estén en su dieta, a pesar de los muchos beneficios de su consumo,
que trataremos aquí. Los perros convierten menos del 30% del ALA en EPA y DHA,
mientras que los gatos no lo hacen. Por esta razón, para obtener estos beneficios,
es necesario suplementar el EPA y el DHA en los gatos.
El mayor y más conocido beneficio del EPA y el DHA es su acción antiinflamatoria.
Para entender cómo funciona esto, echemos un vistazo rápido al proceso
inflamatorio. Cuando se produce una inflamación, las células sufren lesiones en las
que su membrana lipídica protectora se rompe y libera diversos ácidos grasos. La
gran mayoría de estos ácidos grasos liberados son ácido araquidónico (AA), un tipo
de omega-6 que tiene un potente efecto proinflamatorio y puede generar los signos
clásicos de la inflamación como dolor, hinchazón y enrojecimiento. Pero aquí está el
punto clave: si hay una mayor cantidad de omega-3 en la membrana celular de las
células, los ácidos grasos que se liberarán serán menos inflamatorios reduciendo los
síntomas de la inflamación.
Por lo tanto, los suplementos de EPA y DHA actúan como moduladores de la
inflamación, provocando una respuesta inflamatoria menos potente y reduciendo la
síntesis de células proinflamatorias. Las situaciones en las que los animales se
benefician más de ello son las enfermedades inflamatorias crónicas, como la
enfermedad renal crónica, las cardiopatías, las enfermedades osteoarticulares, la
atopia y las alergias alimentarias. Además, existen otras pruebas sobre la
importancia de la suplementación con EPA y DHA:
● Mejora de la inmunidad,
● Hiperlipidemia (aumento de triglicéridos y del colesterol en sangre),
● Disfunciones cognitivas asociadas al envejecimiento (más sobre la alimentación de
perros ancianos),
● Mejora del aprendizaje en cachorros (más sobre la alimentación de cachorros),
● Hipertensión,
● Aumento del alcance de las metástasis en animales con cáncer,
● Obesidad.
Además, es importante destacar que todas las enfermedades crónicas conducen a
la caquexia, una pérdida de peso asociada a la enfermedad, y el consumo de
omega-3 puede contribuir significativamente a controlar esta condición.
Para garantizar la eficacia y la seguridad de la suplementación, es crucial hablar con
un veterinario de confianza. Una administración incorrecta, ya sea en dosis
excesivas o insuficientes, puede provocar efectos secundarios o la ausencia de
beneficios. Opte por suplementos de aceite de pescado, en los que el EPA y el DHA
ya están listos para ser absorbidos por el organismo de su amigo peludo. Alimentos
como las semillas de lino, la chía, las nueces, las semillas de cáñamo y el aceite de
linaza son ricos en ALA, pero los perros lo convierten muy poco en EPA y DHA, y los
gatos ¡no lo convierten en absoluto!
Así que si busca una forma natural y eficaz de mejorar la salud de su amigo de
cuatro patas, considere la posibilidad de incorporar omega-3 a su dieta. Con la
orientación profesional adecuada, les estará dando el apoyo que necesitan para una
vida más larga, sana y feliz.