Cuando elegimos la dieta para nuestra mascota, siempre tenemos como objetivo proporcionar la mejor alimentación al menor costo posible. Con los precios relativamente altos de los alimentos comerciales, especialmente los de mayor calidad, como los «Super Premium», se piensa que la alimentación casera puede ser más económica, ya que el tutor podría utilizar ingredientes que normalmente ya tiene en la cocina. Pero ¿ocurre esto en la práctica?
En un estudio realizado por el Centro de Investigación en Nutriología de Perros y Gatos (CEPEN Pet), se ha evaluado el costo mensual para alimentar a un perro utilizando alimentos comerciales de mantenimiento (Standard, Premium y Super Premium) y alimentos de prescripción para algunas enfermedades (cardiopatías, hepatopatías, enfermedad renal crónica, hipersensibilidad alimentaria y diabetes mellitus). Estos costos han sido comparados con dietas caseras formuladas con diferentes fuentes de proteína (carne de res, cordero, pollo y tilapia) para perros adultos y también con perfiles nutricionales para el tratamiento coadyuvante de las mismas enfermedades mencionadas anteriormente.
A través del análisis de los datos, se observó que, en todos los escenarios, el manejo con productos comerciales fue más económico, con diferencias de precio que han variado del 3,72% al 298,94%. En orden decreciente, las dietas más caras fueron las formuladas con carne de cordero, res, pollo, tilapia y, por último, el producto comercial.
Por más que parezca una controversia, los alimentos comerciales son más económicos porque tienen una alta densidad energética, es decir, una mayor cantidad de energía por porción de alimento, en comparación con la alimentación casera, cuya densidad energética se diluye debido a su mayor contenido de agua.
Por lo tanto, cuando calculamos las calorías diarias necesarias para que el perro mantenga su peso, la cantidad de alimento comercial requerida es mucho menor, lo que hace que, a pesar del costo relativamente alto del envase, ese tendrá un rendimiento más duradero. Además, los alimentos caseros aún requieren el uso obligatorio de suplementos de vitaminas, minerales y omega-3, lo que contribuye aún más al aumento de su costo.
En resumen, si el objetivo es proporcionar una alimentación completa, equilibrada y de calidad al menor precio posible, la mejor opción es el producto comercial, tanto para perros sanos como para perros enfermos.